Salto de Mecus a S|ngular
Semper discendo
«Nunca dejes de aprender». Esa es la motivación que me lleva a realizar este cambio ilusionante y melancólico a la vez a S|ngular.
Nunca creí que diría esto de un «empleador» mio, pero le he cogido tanto cariño a Luis Rull (y su familia) que me duele dejarlo. He pasado dos años trabajando principalmente para Mecus. He aprendido muchísimo. He crecido como profesional y como persona. He conocido gente interesante en sus oficinas, clientes ilusionados, clientes exigentes. Allí he trabajado con compañeros de los que he aprendido un montón: Rafa Poveda, que me enseñó que primero hay que ser funcional: el aspecto viene después ;José Arcos, que me invitó a mi primera BetaBeers en Huelva y me mostró el canal de Slack de Huelva Developers ;Nilo Velez, que me mostró varias herramientas de desarrollo y me dió pinceladas sobre servidores, mi gran asignatura pendiente ;Vicente Herrera, que con su calma y «metodología de caza» me enseñó cómo depurar errores. Hemos hablado de proyectos futuros en los que desgraciadamente no podré estar y que me hacían mucha ilusión. Durante todo ese tiempo, Luis ha creído en mi y ha hecho que también yo crea en mi , ¿no es eso lo que tienen que hacer los líderes?
Luis tiene una forma diferente de trabajar. Hay que ir conociendolo poco a poco para darte cuenta de que es un miembro más del equipo y no lo dice de postureo. Sabe cuál es su sitio, sabe cuáles son tus puntos fuertes y tus puntos débiles (ambos te los recuerda de vez en cuando), te deja hacer, te deja decidir… te deja trabajar. Ya sé que muchos dirán: ¡Claro, pero eso es normal!. No señores, debería ser así, pero eso no es normal. Yo provengo de un sector empresarial muy distinto al tecnológico: construcción. Y antes de ese he estado en el sector servicios. Y antes en el mundo militar. En ninguno de ellos he encontrado a un superior que le importase realmente tu opinión, la opinión de un técnico especializado en su trabajo. Trabajo del que, generalmente, ese superior no tiene ni p*** idea y aún así imponen su «criterio».
Luis no es así. Luis sabe lo que jode que un cliente te cambie las funcionalidades de un proyecto a mitad, sabe que el día que menos líneas de código has generado es el día que, por norma general, más has trabajado y menos necesitas un sermón. Eso no lo he encontrado en los 19 años que llevo trabajando.
Lo mejor ha sido enterarme hoy que no se queda solo, ni mucho menos. Se queda con dos tíos como dos torres y no me refiero a su altura física si no a su conocimiento y profesionalidad. Vicente Herrera y Abel Sutilo
Y es que, como cuando acabas con una buena novia, te quedas un poco celoso… 😉